domingo, 17 de febrero de 2019

Apuntes acerca de la Historia y Evolución de la Criminología.


La pregunta acerca de porqué quise empezar Criminología queda para otra oportunidad, pero debo decir que me ha despertado gran interés el leer e investigar un poco acerca de ella.
De lo más interesante que he descubierto, es el hecho de que tiene una amplia historia y una notoria evolución a través de los siglos y es de esto de que voy a escribir en los próximos días.
Comenzaré diciendo que entre el siglo XVIII y el siglo XIX,  se reconocen al menos cinco escuelas, bien diferenciadas que marcaron el desarrollo y evolución de la Criminología, pero antes de hablar un poco de cada una, comenzaré haciendo un recorrido a lo que ocurrió antes del siglo XVIII, para luego abarcar poco a poco los siglos posteriores.
Al principio fueron los mismos filósofos griegos los que comenzaron a tener inquietudes con respecto a la naturaleza del crimen, Hikal (2009) menciona a Aristóteles entre los muchos pensadores de su época quienes cuestionaban la naturaleza del origen de los crímenes o bien de los criminales, proponiendo penas para evitar la reincidencia.
Se debe de considerar que para aquellas épocas, tanto el método científico, como las variables del entorno social, eran muy diferentes a las que actualmente poseemos, sin embargo, se tenía la noción de lo que estaba bien y mal (en su contexto cultural de la época) donde, por ejemplo: la esclavitud, era una práctica permitida tanto social, como económica, y si a lo anterior sumamos el hecho de que culturalmente existían tradiciones que hoy en día nos podrían parecer bárbaras o primitivas por su violencia, en aquellos tiempos eran permitidas, por lo que los crímenes normalmente eran penados con la muerte o con algún castigo que hoy en día se vería cruel o inhumano.
La posibilidad de acceso a la educación a los estratos sociales más desprotegidos, ha sido desde siempre uno de los argumentos utilizados por muchos intelectuales (de la antigüedad y de la era actual) para solucionar muchos de los problemas sociales que vive nuestra sociedad, lo anterior, podría sonar muy lógico, puesto que las personas con mejor educación deberían poder tener la mayor probabilidad de desarrollar habilidades que les permita ejercer un oficio o profesión y recibir algún reconocimiento económico  a cambio de su trabajo o labor, es decir no necesitaban cometer ningún crimen para generar recursos que les permitan sobrevivir o bien tener los recursos mínimos para poder hacerlo. Esto último, sabemos que no es del todo correcto.
Entonces, ¿qué es lo que hace que un individuo cometa algún crimen, aun sabiendo que sus necesidades más básicas (las fisiológicas según la Pirámide de Maslow) están siendo satisfechas? Pues precisamente, de esto trato en parte la Criminología, del estudio del crimen, de su naturaleza, de sus variables y de la forma en que todos los anteriores se suman para dar un efecto en particular en cada individuo.
El objetivo de esta entrega, es hacer un recorrido histórico desde los primeros intentos de naturalizar o conceptualizar el crimen y por ende entender su motivación y naturaleza, hasta los años posteriores donde muchos pensadores, filósofos, abogados, estadistas, sociólogos y psicólogos, entre muchos otros profesionales y científicos, estudiaran y conceptualizaron el crimen como objeto de estudio.
Se tratará de establecer el momento histórico de los acontecimientos que promovieron el nacimiento de las diferentes escuelas y corrientes de la Criminología desde el Siglo XVIII hasta nuestros días, revisando y resaltando los mejores o más importantes aportes de los personajes de esa época en particular, lo cual permitió una evolución y desarrollo de la Criminología como ciencia.
De acuerdo al momento histórico y a los aportes de los personajes claves de la época, vamos a dividir el estudio de la siguiente manera:
-          Antecedentes de la Criminología (Edad Antigua, Edad Media, Ilustración)
-          Escuela Clásica (Siglo XVIII)
-          Escuela Positivista (Siglo XIX)
-          Escuela Ecléctica (Siglo XIX)
-          Escuela moral o cartográfica (Siglo XIX)
-          Principales escuelas criminológicas del siglo XX

 Comenzaremos entonces con lo que sucedía con la Criminología antes del siglo XVIII.

Antecedentes de la Criminología (Edad Antigua, Edad Media, Ilustración)

Muchísimo tiempo antes del establecimiento de la Escuela Clásica (s. XVIII), hubo muchos que ya se habían manifestado acerca de la naturaleza del crimen, sus patrones, sus características y sus motivos, en palabras de Hikal (2009) la Criminología ya existía hace siglos, existe desde que existe el crimen. 

De acuerdo a Alvarez, Montenegro y Martinez (2012) fue Tomás Moro (1478-1535) (González, 2002) el primero en  destacar la vinculación del crimen con los factores socioeconómicos y con la estructura social. Como vimos antes, ya algunos pensadores habían asociado el crimen con el entorno socio-económico y educativo del individuo, pero fue Moro el que lo manifestó en diversas propuestas y en su libro “Utopía”, el trata de narrar la existencia de un estado ideal (de ahí el título del libro) donde no solamente no existen pobres, sino que todos son felices, sin necesidades, ni guerras, ni sufrimiento. Hikal (2009) y Alvarez et al (2012) relacionan a Moro como el representante principal del pensamiento o corriente utópica.

Tomás Moro.
En su libro, Hilka (2009) establece que Moro aporta a la Criminología la tesis de la conexión del crimen con la estructura de la sociedad y que el crimen responde a una serie de factores, entre ellos y el más destacado, el económico.
Otro personaje que destaca antes del establecimiento de la Criminología como ciencia es el italiano Césare Beccaria (1738-1794) (Alvarez et al, 2012), el siendo abogado, publica “El tratado del delito y de la pena” (traducción personal), en el cual y de acuerdo a Hikal (2009) “denuncia contra la pena de muerte, la tortura y en general contra la desproporción entre los delitos cometidos y los castigos aplicados”. Beccaria, entre otras cosas, abogaría por una mejor educación para evitar los delitos, así como la promoción de la aplicación de penas justas y no desproporcionadas, buscando evidentemente disminuir la criminalidad en la sociedad. El abordaje de una mejor educación para disminuir la criminalidad, es una tesis que hoy en día seguimos utilizando y promoviendo, sin embargo, ya hemos visto que no solamente una buena educación es suficiente para evitar los actos delictivos. De hecho, la tesis de una mejor educación, no libra al individuo de cometer crímenes para inclusive obtener buenas notas, becas o beneficios adicionales en el entorno educativo mismo, por lo que de nuevo, no es solamente la educación lo que aseguraría la disminución del crimen.



Césare Beccaria.
Fotografía tomada de:  https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/5652/Cesare%20Beccaria

En este apartado, consideraremos por último al pensador suizo, Juan Jacobo Rousseau (1712-1778) (Alvarez et al, 2012), quien publica en 1762 “El contrato social” donde según Hikal (2009) el autor parte de que todo hombre es bueno al principio y que es el entorno (la sociedad) quien lo pervierte. Así mismo, Alvarez et al (2012) dice que Rousseau establece que el crimen, evidencia la mala estructuración del pacto social y la desorganización del Estado.
Esta tesis por sí sola, puede ser más que convincente, sin embargo, ahora sabemos que los individuos heredan biológica y genéticamente hablando, características innatas que los predisponen a cometer actos ilícitos, si a lo anterior le sumamos las variables social y cultural, como variables que se deben considerar dentro de la ecuación de la naturaleza del crimen, tendremos a un ser humano, predispuesto a delinquir y no sentirá remordimiento alguno por ello, pues ya traía esa información en su impronta genética, la cual se vio favorecida por el ambiente donde se ha desarrollado. Esto es porque no se puede obviar que aunque es evidente que el individuo nace “inocente”, la ciencia nos aporta el conocimiento de considerar variables biológicas y genéticas que sabemos que perfectamente predisponen al individuo a desarrollar patologías de carácter mental o fisiológicas que lo hacen cometer crímenes.




Juan Jacobo Rousseau

Los anteriores personajes nos permiten establecer ideas al respecto de las variables que afectan el nacimiento, propagación o establecimiento del crimen en una sociedad, ya que todos ellos fortalecen la posición y tesis de que existe una relación directa entre las condiciones de desarrollo del individuo (según las variables económicas, sociales, educativas y culturales de la sociedad) con respecto al crimen, al delincuente y a la naturaleza de ambos.
En la próxima entrega, se hablará de la Escuela Clásica del siglo XVIII, primera escuela establecida donde la Criminología comienza a dar sus primeros pasos como una ciencia.


Bibliografía
Alvarez, G., Montenegro, M. y Martinez, J. (2012). Unidad 1. Notas para la Historia de la Criminología. En  Texto de Apoyo Didáctico. Facultad de Psicología, UNAM. 24 pp.

Hikal, W. (2009). Introducción al Estudio de la Criminología. México. Editorial Porrúa.

Documento en línea

González, M. (2002). Moro, un hombre íntegro. [en línea]. Crónica El Mundo, España. Recuperado de:                https://www.elmundo.es/cronica/2002/348/1024301239.html
Jiménez, A. (2012). Rousseau inspira “lucha libertaria de los jóvenes en México”. [en línea]. La Jornada,

Moreno, V. y Ramírez, M. (2018).             Cesare Beccaria. [en línea]. Recuperado de: https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/5652/Cesare%20Beccaria
Sánchez, B. (2017). Utopía (Reseña), [en línea]. Guadalajara, México. Recuperado de:                http://www.cailegdl.com/leer/utopia-resena/

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